Dándome placer a mí fetiche secreto en el baño

Siempre he albergado un deseo profundamente arraigado, uno que me he mostrado demasiado tímido como para compartir con cualquiera.Es un fetiche que me estaba enseño desde hace años, un antojo que se había enterrado profundamente en mi interior, esperando a que se me permitiera satisfacer el momento perfecto.Y hoy, finalmente me rindí a mis ansias.Me encontré sola en el lavatorio, mi corazón follando con anticipación.No pude resistir el atractivo de mi propio reflejo, mis ojos trazando los contornos de mis voluptuosas curvas, mis dedos explorando el terreno suave y peludo de mi coño.Estaba perdido en mi propio mundo, mi mente llena de fantasías eróticas, mi cuerpo retorciéndose de placer mientras satisfacía mis deseos tan esperados.La vista de mi propio culo y coño grandes y peludos fue suficiente para prenderme, mis gemidos resonando a través del lavatorio vacío.Esta es mi realidad, mi indulgencia secreta, y no lo tendría de otra manera.