La pequeña criada tailandesa se emborracha y tiene sexo intenso, tragando cada eyaculación

Una pequeña criada tailandesa llega a su nueva casa de empleadores estadounidenses, ansiosa por llegar al trabajo.Sin embargo, en el momento en que abre el refrigerador, es impactada por la vista de una botella de whisky, que su empleador había olvidado disimular.Vente con curiosidad, la joven criada decide probar la fruta prohibida, tomando algunos remolinos directamente de la botella.Su empleador la encuentra en este estado y, divertido por sus travesuras borrachas, decide aprovechar la situación.Mientras la criada de Tailandia lo monta, su empleador no puede evitar que se lo recuerde a su difunta esposa.Disfruta del viaje, de sus manos vagando por su pequeño marco y de sus grandes y firmes tetas. Después de unas posturas más, libera por fin su deseo acumulado, que la joven criada traga con ansias.La vista de ella de rodillas, tragándose ansiosamente hasta la última gota, le basta para volver a hacer que se corra.Esta vez, sin embargo, la advierte de que no se lo trague, ya que no quiere que se ahogue.La joven crida, ahora completamente satisfecha, sale de casa, su cabeza todavía sonaba del whisky.