Mi compañero de piso con fetiche de pies y orgasmo salvaje

Un encuentro caliente se despliega en los confines de mi piso mientras el fetiche de mis compañeras de cuarto ocupa el centro del escenario.El aire es grueso con anticipación pues yo, el sujeto insospechado, me encuentro a merced de sus ganas insaciables.Su lengua se mete por encima de mi suela, rastreando cada contorno, enviando escalofríos de placer corriendo por mis venas.Sus manos exploran, acariciando mi arco, la parte posterior de mi tacón, cada una toca una nueva oleada de éxtasis lavándome.Su aliento brinca mientras alcanza mis dedos de los pies, cada una un parque infantil para su ansiosa lengua.La sensación es abrumadora, una sinfonía de placer que se me sube a la altura de cada segundo que pasa.Sus gemidos llenan la habitación, un testimonio de la intensidad de su placer.Y luego, el clímax.Una liberación caliente que se salpica contra mi piel, un testamento del salvaje orgasmo por el que ha estado trabajando.La habitación calla mientras se retira, su aliento pesado y entrecortado.El sabor de él permanece en mi piel, recordatorio del viaje salvaje que acabamos de montar.