Casa de las abuelas: continuación de la gata Kitty

Después de su último encuentro con el misterioso desconocido, la voluptuosa abuela quedó con una extraña sensación en su entrada trasera.El enigmático visitante había plantado una semilla, y ahora anhelaba experimentar el momento de su fruto.A medida que pasaban los días, las ganas se hicieron más fuertes, y se encontró incapaz de resistir la tentación.Sola en su acogedora morada, decidió darse placer con algo de auto-placer, con los dedos explorando la desconocida sensación dentro de ella.Sin embargo, no estaba sola.El pícaro visitante había regresado, ansioso por presenciar la transformación de la madura zorra.Observó cómo se daba placer, con sus ojos abriéndose de sorpresa ante la intensidad de la sensación. Incapaz de contenerse más, reveló su impresionante miembro, listo para cogerla de la manera más íntima posible.Mientras la seductora madura lo llevaba a su boca, podía sentir el palpitar de su enorme polla, un testimonio del poder de su deseo.El juego de seducción continuó, sus cuerpos se entrelazaron en un baile de placer mientras él la embestía, empujando sus límites y cumpliendo la promesa de aquel fatídico encuentro.